¡SOMÉTANSE!


“Por causa del Señor someteos a toda institución humana, ya sea al rey, como a superior, ya a los gobernadores, como por él enviados para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen bien. Porque esta es la voluntad de Dios…” (1 Pedro 2:1-15ª)

 Ayer, en la conferencia de la Secretaría de Salud, escuché con tristeza que gran parte de la población no está acatando la disposición de las autoridades de mantener lo que han llamado la “Sana distancia” argumentando que no se pueden violentar sus “derechos humanos”. Lo peor es que dentro de esta población hay muchos cristianos desobedientes y reacios en el cumplimiento de esta indicación. La pregunta es ¿qué está pasando entre los ciudadanos del reino que actúan con displicencia? ¿Será que no saben lo que manda el Señor en su palabra? Es por esto que creo oportuna esta reflexión.

La expresión “someterse”, que menciona Pedro significa literalmente “clasificarse debajo” del rango que tiene otro. Entonces, el creyente ha de reconocer que las autoridades están por encima de él y que tienen el derecho de hacer leyes y exigir que se cumplan.

El gobierno debe cumplir con justicia la función que le ha sido otorgada por el Señor, pero en infinidad de ocasiones no es así porque le falta sabiduría o voluntad o porque permite la corrupción. El escritor y los destinatarios de la carta vivían en el antiguo Imperio Romano. Había leyes buenas y malas. Los emperadores no se regían por una constitución que protegiera los derechos del pueblo y sus gobernadores muchas veces actuaban arbitrariamente. Sin embargo, Pedro ordena sumisión sabiendo que cualquier otra conducta traería anarquía. Notemos que Pedro manda la obediencia a toda institución humana. Así, se amplía la responsabilidad del creyente para incluir las instituciones educativas, la iglesia u otra entidad social de la que formemos parte. ¿Cree usted que esta norma se aplica a las obligaciones financieras? ¿Al código para construcciones? ¿A las normas de tránsito? ¿A contribuir a la tranquilidad del vecindario? ¿Al aislamiento social a causa de las amenazas de una pandemia?

Nuestra iglesia está inmersa en una gran cantidad de “reglas” por cumplir, de manera general y particular. Debemos someternos a lo que dictan las leyes. Especialmente hoy nos toca acatar las disposiciones de la “Sana distancia” y no salir de casa durante esta contingencia, ¿por qué razón?, “Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos” (v.5).

Así pues, amados hermanos, cumplamos con la voluntad de Dios y “Sometámonos” a las disposiciones de nuestras autoridades.

                                                                                                          EGT

 


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