LA PALABRA QUE SALE DE LA BOCA DEL SEÑOR



 “Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.” (Isaías 55:10, 11)

 Recuerdo con claridad la crisis que trajo el virus A (H1N1) en 2009. Yo estaba en la iglesia Alfa y Omega de Playa del Carmen, Quintana Roo y fue la primera vez que tuve que enfrentar una pandemia de estas características. La iglesia se movió con rapidez y un gran sentido cristiano para ayudar a la población que se quedaba sin trabajo y en la indefensión total. Ancianos, adultos, jóvenes e incluso niños nos sumamos cada día al trabajo de tres semanas para preparar desayunos a la comunidad. En tres semanas dimos más de 3000 desayunos. La iglesia estaba exhausta, pero satisfecha con la única recompensa del “gozo del deber cumplido” (Mat. 25:35-40). 

En el terremoto que azotó parte de nuestro país en septiembre de 2017, la iglesia Nacional Presbiteriana Príncipe de Paz de Jojutla, Morelos, tuvo tales daños que tuvieron que reconstruir toda la iglesia. Inmediatamente después del terremoto, esta iglesia se avocó a alimentar a la población que se habían quedado sin casas, trabajos, alimentos, y nuevamente el Señor les premió con ese gozo de haber servido a su comunidad. 

Acciones como estás se han visto en circunstancias semejantes por muchas de nuestras  iglesias alrededor del país. 

Ahora es diferente, la consigna del aislamiento nos deja sin muchas opciones para ayudar materialmente a otras personas. Sin embargo, la escritura asegura que “No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mat. 4:4). Tomando como base esta respuesta del Señor ante las consignas de Satanás, podemos tomar un camino bíblico, correcto y esperanzador. 

La palabra que ha salido de la boca del Señor no la debemos buscar en visiones, falsas declaraciones atrevidas de pseudo profetas contemporáneos, sueños que suenan convincentes, consejos morales disfrazados de piedad, etc. La palabra que ha salido de la boca del Señor está completa y contenida en toda la Biblia, como está citado en Isaías 55:10,11 que dice: “Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.” 

En este tiempo de incertidumbre, no podemos organizarnos para dar de comer al necesitado en desayunos o comidas comunitarias como en la pandemia o el terremoto pasados, pero lo que sí podemos y debemos hacer, es acercarnos a la Palabra del Señor que es como la lluvia que hace germinar la tierra y da semilla al que siembra y pan al que come. 

Les animo para que vivamos la palabra, compartamos la palabra, nos sostengamos en la Palabra. Esto nos dejará maravillosos dividendos espirituales y pasaremos esta prueba con gozo.

EGT


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